El ritmo frenético de la vida actual, el día a día con prisas, descontrol de horarios, estrés, malos hábitos nutricionales, sedentarismo… nos va a llevar a situaciones en las que nuestra salud se puede ver notablemente afectada: aparición de problemas como la ansiedad y depresión, trastornos del sueño como el insomnio… Pero también puede favorecer la aparición y perpetuación de trastornos de dolor crónico en la área orofacial.